Domingo, 12 de mayo: De Loiu a Odense, pasando por Barcelona y Copenhague

Ya desde primera hora de la mañana se torció un poco el viaje.
El avión de Barcelona a Copenhague había sido cancelado por avería. Por ello tuvimos que estar haciendo tiempo hasta las 2 de la tarde.

El aeropuerto de Barcelona es agradable. Espacios amplios y mucha gente. Realmente es un centro comercial en toda regla... pero con aviones en la la puerta.
Hicimos el viaje hasta Copenhague en 2:40.
Una vez alli tuvimos un pequeño susto con uno de los equipajes, que salió 20 minutos más tarde y por una cinta distinta de las demás.

Y por fin en coche hacia Odense, 160Km. Pasamos por el puente Storebaelt, que tiene unos 8 km y es un espectáculo.
Llegamos al hotel Ansgar, ya en Odense, a eso de las 8:20 de la tarde.
Dejamos el equipaje y a cenar.
Odense parece una ciudad tranquila, aunque puede que sea porque a las 8 de la tarde sea ya tarde para ellos y estén todos en casa. Lo cierto es que vimos muy poca gente por las calles y tampoco había mucho tráfico.

Lógicamente el paisaje es distinto a lo que solemos estar acostumbrados. Casas bajas unifamiliares con tejados muy inclinados para facilitar el deslizamiento de las nieves invernales, grandes edificios de ladrillo con aspecto de fábrica rehabilitada, semáforos colgados de hilos de acero justo encima de los cruces... Además el tiempo  ha sido también una sorpresa, ya que como se puede ver en las fotos, el día era soleado y hacía menos frío del esperado.